El régimen de residencia en el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer es de lunes (9:00 h) a viernes (14:30 h). Los fines de semana y periodos vacacionales, según calendario escolar, el niño permanece con su familia. De este modo no se descuida la vinculación y la responsabilidad familiar en la educación de los niños, al tiempo que permite integración del menor en el entorno social y eclesial de procedencia (diversas actividades de ocio y tiempo libre, parroquia, Juniors, etc.).
El internado del Colegio se estructura, desde 1977, en un modelo propio de residencia cuya característica principal es crear un ambiente familiar, a modo de hogar.
La dinámica interna del Colegio lleva a la distribución en grupos distintos por edades y sexos, con un número de colegiales no superior a 12 que llamamos tutoría. El colegio consta de 10 tutorías.
En las tutorías los colegiales comparten espacios y actividades. Así, juntos y bajo la supervisión atenta del tutor, estudian, aprenden a convivir y respetarse, colaboran en las tareas domésticas, hacen deporte y completan su formación religiosa y humana. Cuentan para ello en cada tutoría de una sala de estar y de ocio, una sala de estudio y tres dormitorios comunes con baño propio, disponiendo también de otras comodidades y medios necesarios.
El tutor es un educador o educadora encargado de un grupo de niños o niñas. Su tarea primordial es crear un clima de afecto y confianza que posibilite el desarrollo armónico del colegial en todas sus dimensiones: trascendente, emocional, intelectual, moral, estética, física. A través de una atención personalizada ha de llegar a convertirse en el principal referente del niño. Para ello, es necesario que, mientras están los niños en el Colegio, viva con ellos, por lo cual tiene a su disposición unas dependencias privadas dentro de la misma tutoría.